lunes, 14 de junio de 2010

EL BESO Y LA CARICIA


Ámame en desencuentros, de sueños no buscados,
con derecho o sin ellos, ámame de igual forma,
que al despertar mis labios en tu boca soñada,
me abrazará tu alma y de tu piel su aroma.

El letargo tedioso, se volverá un pasado,
y las penas guardadas borrarán su agonía,
estallará en futuro todo el camino andado,
y el Sol será tibieza, acariciando el día.

Quitaré de tu vida la inmóvil desventura,
de quedar prisionera de un mirar penetrante,
y has de ser en mis brazos el placer y locura,
la caricia y la dicha, la pasión desbordante.

He de romper hechizos y encantados de ensueños,
cuando sienta tu boca, de mis labios su fuego,
y quebrando cadenas de delirios pequeños,
haré que extiendas alas en libertad de vuelo.

He de marcar tu tiempo en armónicos ritmos,
cual galopar de potros desafiando los vientos,
y te daré caricias de ternura en racimos,
para que sueñes siempre, con los ojos abiertos.

En tu oído el susurro, declarando quererte,
de un maestro en amores ejerciendo,
para que cada frase se te grabe en la mente,
cuándo pruebe en delirio de tu vientre su oasis.

Recorreré tu surco en la siembra constante,
del amor que se brinda y que jamás claudica.
te besaré en las manos, te besaré en la frente,
y regaré tu vientre con la savia más rica.

Carola Colombi

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